Innovación en la mesa: Los alimentos de quinta gama 

Esta vez vamos a explorar la clasificación de conservación de los alimentos desde la primera hasta la quinta gama, detallando las técnicas y características de cada una. Dicha clasificación se basa en su origen y tratamiento y nos permite entender en qué estado llegan a nosotros: ya sea frescos, en conserva o congelados. 

La primera gama: alimentos frescos.

Se refiere a aquellos que no han sido sometidos a ningún tratamiento de conservación, por lo que conservan todas sus propiedades originales. Debido a su alta perecibilidad, es crucial seguir las pautas básicas de higiene y seguridad para su correcta manipulación y conservación.

La segunda gama: alimentos en conservas y semiconservas.

Estos alimentos pueden mantenerse en buen estado durante varios meses o incluso años, destacándose por su larga vida útil.

La tercera gama: la gama de los congelados.

Incluye alimentos como pescados, carnes y verduras que encontramos en la sección de congelados de los supermercados. Esta es una excelente manera de conservar los alimentos frescos, permitiendo su uso en cualquier momento. Sin embargo, es importante recordar que no todos los alimentos frescos son aptos para la congelación.

La cuarta gama: alimentos envasados al vacío.

O alimentos en atmósferas modificadas (MAP), como frutas y verduras que han sido peladas o cortadas y empaquetadas en bolsas o recipientes al vacío sin haber pasado por ningún proceso de cocción. Ejemplos comunes son las bolsas de ensaladas y las verduras peladas y cortadas listas para consumir.

Quinta gama

Finalmente, están los alimentos de quinta gama, el foco de nuestro interés en esta ocasión. Son platos preparados, listos para consumir, que mantienen su sabor y calidad mediante avanzadas técnicas de conservación. A través de procesos avanzados como la pasteurización y esterilización a bajas temperaturas permiten a los alimentos conservar su sabor y propiedades originales sin necesidad de usar aditivos o conservantes. 

Entre sus diversas particularidades y beneficios destacan:

  1. La rapidez: Los alimentos de quinta gama solo requieren unos pocos minutos para ser completados en el microondas, plancha, horno, baño María, olla o sartén. Esto nos permite servir el plato de manera rápida y sin complicaciones.
  1. El alto estándar de calidad: Se emplean materias primas de primera calidad, sin conservantes ni aditivos. Mediante un tratamiento térmico basado en tecnología culinaria de vanguardia, se logra eliminar por completo posibles microorganismos, al mismo tiempo que se conservan las propiedades nutricionales de los alimentos, como su textura, aroma y sabor.
  1. La seguridad alimentaria: La transparencia en la lista de ingredientes y alérgenos en la etiqueta permite a los clientes con intolerancias o alergias alimentarias tomar decisiones informadas. Asimismo, al disminuir la manipulación de los alimentos, se reduce el riesgo de contaminación cruzada, lo que se traduce en una mayor seguridad alimentaria y en la disminución de enfermedades asociadas.
  1. La optimización en la gestión de caducidades: Este tipo de alimentos tienen una vida útil prolongada en comparación con los productos completamente frescos, lo que permite un mejor control sobre su estado de frescura y su aptitud para el consumo.
  1. Las múltiples opciones: Existe una amplia variedad de alternativas. Pueden servir como base o complemento de platos, además de ser empleados como ingredientes, como salsas o aderezos.
  1. Control de costos: Al conocer exactamente el precio de cada plato en función de los ingredientes utilizados, es más fácil ajustar los precios de venta para maximizar los márgenes de beneficio, y al eliminar parte del proceso de preparación de alimentos, se reduce el uso de recursos como el agua y la energía eléctrica necesaria para la cocción. Al calcular el costo por persona de cada plato utilizando ingredientes de quinta gama, los restaurantes pueden identificar qué platos son los más rentables y populares, permitiéndoles optimizar su menú y maximizar sus ingresos.
  1. Gestión más efectiva de las fechas de caducidad:  Al estar precocinados y envasados de manera adecuada, tienen una vida útil más prolongada que los alimentos frescos, lo que facilita el control de cuándo deben ser consumidos. Esto ayuda a reducir el desperdicio de alimentos al poder utilizarlos de manera óptima antes de que pierdan su calidad.

Aunque a simple vista puedan parecer similares, los alimentos de quinta gama se distinguen de los precocinados por dos aspectos fundamentales: el proceso de elaboración y el resultado final. Los alimentos de quinta gama siguen una técnica que combina la cocina tradicional con procesos innovadores para preservar al máximo sus nutrientes: esto implica un tratamiento térmico cuidadoso y una pasteurización suave, complementados con un envasado que utiliza atmósferas modificadas para conservar la frescura. En consecuencia, estos alimentos mantienen su valor nutricional y sabor sin necesidad de recurrir a aditivos o conservantes, a diferencia de los alimentos precocinados.

Plan APPCC

La implementación de alimentos de quinta gama  requiere la elaboración de un plan de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC) adaptado a las necesidades particulares de estos productos. 

Una técnica cada vez más popular, que respaldamos no solo por una amplia gama de productos, sino también por nuestra experiencia y conocimiento en su ejecución.